La destrucción de los judíos europeos se incrusta en el mismísimo centro_x000D_

del proyecto de la modernidad europea y del modelo civilizador _x000D_

occidental, y desestabiliza de forma muy profunda los fundamentos mismos_x000D_

del proyecto social, político y cultural de nuestras sociedades. En _x000D_

este sentido, las aproximaciones habituales en torno al capitalismo como_x000D_

sistema económico insuperable, al liberalismo como ideología de _x000D_

consenso de las sociedades occidentales, al nacionalismo como forma de _x000D_

identidad social, a la democracia formal como modo de gobierno _x000D_

predominante y al cristianismo como legado religioso irrecusable de _x000D_

Occidente deben efectuarse bajo unas condiciones de validación crítica _x000D_

mucho más estrictas y exigentes para explicar la razón de ser de la _x000D_

Shoah. La destrucción de los judíos europeos sigue siendo todavía una _x000D_

pregunta histórica capital en la coyuntura política actual, y su _x000D_

genealogía, una tarea intelectual primordial para comprender la política_x000D_

de nuestros días._x000D_

En este libro, Raul Hilberg efectúa una reconstrucción formidable y _x000D_

asombrosa del abigarrado conjunto de políticas, iniciativas y _x000D_

comportamientos que hicieron posible la destrucción de una parte _x000D_

considerable de la población europea apelando a su carácter étnico o _x000D_

cultural inasimilable, o a su imposible integración social en la _x000D_

comunidad racial nacional. Hilberg explica, con una minuciosidad y una _x000D_

exhaustividad fascinantes, cómo en el proceso de destrucción de los _x000D_

judíos europeos concurrieron las prácticas y los saberes más depurados _x000D_

de las sociedades europeas, de qué forma participaron innumerables _x000D_

estratos de la población y de los grupos profesionales presentes en las _x000D_

mismas, y mediante qué mecanismos su coordinación fue articulada por un _x000D_

Estado abocado a la guerra global cuyo funcionamiento se hizo _x000D_

incontrolable para la propia sociedad que lo había instituido.